AUTOBIOGRAFÍA de Rafael ZABALETA.
Trasunto del documento ológrafo:
Rafael Zabaleta, 1911. |
Rafael Zabaleta con sus padres, 1911. |
Rafael Zabaleta, 1916. |
La tarde del regreso me pusieron una
ropilla de luto, y esa noche de mayo llegamos al pueblo ya de noche
recibiéndome mi madre y la demás familia con tanto cariño y mimos que no eché
de menos la presencia de mi padre.
Rafael Zabaleta, 1919. |
Poco después de la muerte de mi padre
ingresé interno en un colegio de Jaén para estudiar el bachillerato. Me
equiparon de ropa, utensilios, y libros para la nueva etapa de mi vida, que yo
miraba con más temor que curiosidad y me llevaron a casa de un tío mío natural
de Jaén que por entonces fue durante mucho tiempo secretario del gobernador y
este me presentó y dejó instalado en el colegio. Me puse un guardapolvo gris,
distinto a los normales, iniciando mi entrada con la cautela que un cazador
avanza por el bosque y gustándome el
primer giro al nuevo comienzo de mi vida. Por instinto me hice amigo muy pronto
de los mas afines en edad y temperamento y con ellos me dispuse al juego mas
que al estudio. El colegio ocupaba un caserón enorme con sus grandes
dormitorios y enfermería, sala de”…
Documento
autógrafo a lápiz de R. Zabaleta.
Este
manuscrito a lápiz de R. Zabaleta, formaba parte de un cuaderno, donde el
artista estaba esbozando su autobiografía. Solo se conservan de aquel dos hojas
numeradas, escritas por ambas caras, la 12 y la 13, en las que encontramos dos
dibujos del pintor, razón por la cual las conservaron y han
podido llegar a nuestras manos.
Un asombroso y feliz
hallazgo¡¡¡
Una
aproximación al texto.
Prudencio de la Riva y Riva llega a
Quesada alrededor del año 1880, para abrir una tienda de tejidos (calle Nueva,
6), procedente de Ortigosa de Cameros (Logroño). Al necesitar de un dependiente
y contable de confianza, se trae a su paisano Isidoro Zabaleta y Beatriz, un
joven soltero experto en el oficio y en la gestión contable.
Su negocio prospera en este pueblo
andaluz, un territorio con recursos y posibilidades empresariales. Debido a
ello, invita a su hermano Juan Ramón a establecerse en él, un riojano de
espíritu emprendedor, aunque un tanto déspota y de carácter agrio. Nada más
llegar, se hará cargo de la almazara existente entre la “calle de los Muertos” (calle
del Teatro) y la carretera de Huesa (calle Pedro Hidalgo), en “la curva del
muro”. Así, aquel experto en “gestión administrativa y contable” ampliara su
jornada, para trabajar en ambas empresas y con los dos hermanos.
Juan Ramón
de la Riva, viaja habitualmente para administrar sus propiedades y otros
negocios que mantenía fuera del pueblo. Cuando sus quehaceres se lo
permitían, volvía a Quesada para hospedarse en la única fonda que existía, la
de Bonifacio Amador y su esposa “Ramoncica”, que se encontraba junto al
Ayuntamiento (fonda que con el tiempo, pasará a denominarse “La Moderna”). En
los bajos de esta existía el “Casino Chico”, donde el empresario hacia su vida
sentado al brasero, en tertulia con sus amigos. La almazara funcionaba a pleno
rendimiento y le reportó durante años sus buenos beneficios. Y nos consta, que
Juan Ramón de la Riva se dió de baja como vecino de Quesada, en diciembre de
1931.
Acuarela de R. Zabaleta, "Escena de corrales"?, 1952 (32 x 45'5). Vista de la almazara de "La curva", desde las oficinas. |
Isidoro Zabaleta prospera en el
pueblo y ya como propietario, a los 53 años se casa (23 de mayo de 1906) con
Francisca Fuentes García, de 42 años de edad, perteneciente a una familia
acomodada de la “más alta jerarquía social” de Quesada. Con anterioridad se
había casado con las dos hermanas mayores de su actual esposa, sin haber tenido
descendencia. De este, su tercer matrimonio, tendrá un hijo único, Rafael.
Rafael Zabaleta queda huérfano de padre a los diez años
(27-II-1918), y su madre, decide su traslado a Jaén para cursar el bachiller
(1918-1924), interno en el Colegio de Sto. Tomas (antigua casa del Conde de
Torralva). Institución de educación muy esmerada, utilizada por la pequeña
burguesía agrícola de la provincia.
La almazara a mediados de los años 60, ya con la nueva denominación. En la parte superior derecha, se puede apreciar la puerta de entrada a las oficinas. |
P. D: Aquella almazara de Juan Ramón de la Riva, a partir del año 1954, se denominará “Fabrica de Aceite La Bética
Aceitera”.
Miguel A. Rodríguez Tirado
No hay comentarios:
Publicar un comentario