martes, 18 de abril de 2017


TÍSCAR, su entorno.

El Santuario de Tíscar y su entorno, nos ofrece un gran número de lugares atractivos y espectaculares parajes de belleza natural. Refugio de paz y tranquilidad, donde Rafael Zabaleta se "perdía", para así poder disfrutar de sus dos grandes aficiones, la caza y especialmente su pintura.


 "Vadillo de Tíscar" a principios del siglo XX. Primer puente sobre el Arroyo de Tíscar.


    "Vadillo de Tíscar", con el nuevo puente. Fotografía de Juan de Mata Carriazo y Arroquia, anterior a 1925.

"Fuente de los tres Caños", en el abrevadero del Vadillo de Tíscar. Fotografía de Basilio Rodríguez Aguilera, anterior a 1930. 



La pileta semicircular, le será colocada posteriormente, tras desmontar la fuente de la plaza de la Constitución de Quesada,  de donde procedía. En las mismas fechas, se demuele el Convento de los Dominicos, y su pila bautismal visigoda pasara a la ermita del Santuario de Tíscar, donde se encuentra en la actualidad.

Pila bautismal visigoda, en el interior de la Ermita.
"Fuente de Toledo", ascendiendo al Santuario de Tíscar.
 "Cueva del Agua" del Santuario de Tíscar, con anterioridad al hundimiento de la plataforma.

Antiguo acceso a la cascada superior de la "Cueva del Agua".

Cascada superior de la "Cueva del Agua" y "pilón" de baños infantiles.

"Cueva del Agua", al fondo pedanía de "Don Pedro".
Querido amigo Cesáreo:
 …
En mi anterior te decía mi proyecto de marchar a la romería de Tíscar y efectivamente así lo hice instalándome en el cortijo de Sanjuan, por lo tanto no sufrí las incomodidades propias de la fiesta, después prolongue mi estancia diez días más que fueron de los más agradables del verano, pues disfruté del campo sin mezcla de asuntos económicos, pinté, cacé, (tachado: y) un día fuimos a la sierra y otro me sorprendió una tormenta en la cueva de los Abades y asistí a un espectáculo maravilloso pues se domina desde ella una extensión de campo inmensa… 
(Quesada, 25 de Septiembre de 1942).

"Cueva de los Abades", en la Presilla, donde Zabaleta hubo de guarecerse debido a una fuerte tormenta, para admirar un espectáculo impresionante desde ella. Fotografía de Juan de Mata Carriazo y Arroquia, anterior a 1925. 

Pedanía de Belerda. Años 1950-1960.



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