sábado, 13 de mayo de 2017




DONACIÓN DE LOS FONDOS DEL MUSEO RAFAEL ZABALETA.

Fallecido Rafael Zabaleta con anterioridad a la finalización de las obras de construcción del edificio de la Biblioteca-Museo de Quesada, sin testamento, sus herederos y primos hermanos, Joaquín, María del Pilar y Magdalena Deó Zabaleta, y Rafael, Ramón, Carmen, Martín y Aurelio Zabaleta Fernández, junto a José Mª Castaño Fredes (esposo de María Dolores Lasaosa Zabaleta, hija de Carmen) manifiestan su decisión de entregar parte de la obra de Zabaleta que se encontraba en Quesada, para que integrasen los fondos del nuevo Museo monográfico del artista, aún en construcción. La donación es fiel reflejo del deseo de su familiar, expuesto en vida y constatado en la correspondencia con amigos y paisanos; así como, por sus continuas visitas a las obras.



La donación quedo formalizada en Quesada, el 23 de noviembre de 1960, ante el notario don Miguel Olmedo Medina, haciéndose entrega a don Antonio Navarrete Magaña, como Alcalde Presidente del Ayuntamiento de Quesada, de una serie de cuadros, dibujos y diseños, pertenecientes al fallecido pintor Rafael Zabaleta, que en la correspondiente escritura de donación se relacionan (162 apuntes); cinco meses después del fallecimiento del pintor, cuando todos los bienes pertenecientes a Rafael Zabaleta estaban ya en posesión de sus herederos legales.

Personados ante el notario, Rafael y Ramón Zabaleta Fernández, Joaquín y María del Pilar Deó Zabaleta, junto a José Mª Castaño Fredes (esposo de María Dolores Lasaosa Zabaleta, hija de Carmen Zabaleta) en su nombre y representación de sus hermanos y familiares, manifiestan su voluntad de realizar una donación al pueblo y Ayuntamiento de Quesada.

En el acta notarial de donación se hace constar que los herederos “hacen entrega de los reseñados dibujos, cuadros y demás objetos artísticos, porque así integran (interpretan) la voluntad del fallecido pintor Zabaleta, que los tenia en su domicilio en calidad de depósito, y con destino al Museo que se está construyendo en esta ciudad, y que ha de llevar el nombre del referido artista, quien lo había donado a este Ilustre Ayuntamiento y con destino al mencionado Museo, con la condición irrevocable de que permanezca siempre en el mismo, sin poder ser enajenados, donados ni trasladados bajo ninguna causa ni pretexto, y si se incumpliera por cualquier circunstancia la condición impuesta, quedaría ineficaz la donación y volverían los objetos de arte reseñados a la propiedad de sus herederos legítimos o a los descendientes de los mismos si estos hubieran fallecido, quedando facultados dichos herederos para que en cualquier tiempo comprobar que se han cumplido las condiciones impuestas”. 


Esta "condición irrevocable de que permanezca (la obra) siempre en el mismo, sin poder ser enajenados, donados ni trasladados bajo ninguna causa ni pretexto", la gestionaron los herederos de Rafael Zabaleta de forma inteligente y flexible. De hecho, permitieron que salieran los cuadros del Museo en varias ocasiones, como fue el caso de la magnifica exposición de la Dirección General de Bellas Artes celebrada en Madrid y otras ciudades, durante los años 1961 y 1962. Cabe resaltar, para certificar esta realidad y dejar en claro la actitud de los Herederos, la carta dirigida del Dr. Joaquín Deo Zabaleta a Basilio Rodríguez Aguilera:

"9 de Noviembre de 1982 
Mi querido amigo Basilio: Ya sabes, que mientras tu seas el Director del Museo Zabaleta, cuentas con nuestra confianza, y tanto mis hermanas, como yo te autorizamos, para que puedan salir del Museo las obras, que consideras preciso sufran una restauración. De la misma forma podrán salir las obras, para todos aquellos actos culturales, y de divulgación de la pintura de Zabaleta, que creas conveniente. ..."    

En acuerdo plenario del Ayuntamiento de Quesada de fecha, 30 de noviembre de 1.960, se hace constar la “fervorosa gratitud de la corporación municipal y de la ciudad entera por el noble proceder de los herederos del egregio pintor, quienes acatando generosamente la voluntad del difunto, aún sin constarles expresa, han querido solidarizarse con el amor de aquel a su ciudad y que en esta quede su obra”.

En agradecimiento, se colocó una placa de mármol en la pared izquierda del vestíbulo del Museo, que decía: “En gratitud a la familia Zabaleta, a cuya generosidad se deben los cuadros de este Museo”.

Con el  DECRETO 1825/1963, de 4 de julio, de creación del Museo “Rafael Zabaleta” y de nombramiento de su Patronato. (BOE de 26 de julio), se cumple el sueño de aquellos amigos: Con el importante legado hecho por los herederos del pintor Rafael Zabaleta al Ayuntamiento de Quesada ha podido formarse una valiosa colección que por su valor pictórico y por la significación que entraña representa materia suficiente para constituir un Museo, acogido al régimen de los que dependen de la Dirección General de bellas Artes, con lo que, además de prestar reconocimiento oficial a estos esfuerzos de carácter privado que han contribuido a la conservación de aquella manifestación artística, se logrará incrementar, dentro del marco adecuado, la obra de Rafael Zabaleta con nuevas aportaciones y adquisiciones”. (Consejo de Ministros, del 21 de junio de 1963).

112 óleos; 14 acuarelas; 262 dibujos, 6 bloc, y 248 dibujos en cuartilla; de su infancia, 8 acuarelas en tela, un mapa de España y una tabla pintada; y diversos y variados objetos personales del artista.

Solo nos queda mostrar nuestro agradecimiento y el del pueblo de Quesada, a los herederos y familiares de Rafael Zabaleta, por su inestimable y desinteresada donación y cariño a nuestro pueblo.


Miguel A. Rodríguez Tirado













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